Bueno, un pinche amor de hombre.
Por cierto ¿Te había dicho que soy entrenador pokémon?






Te dejo aquí, en este blog, toda la diarrea mental con la que tengo que lidiar todos los malditos días de mi existencia, no lo leas demasiado porque se te pudren los dientes.
Léeme, conóceme, ódiame, quiéreme, ámame, lo que tú gustes pero no me ignores. Porque si me ignoras me muero (No, no estoy siendo sarcástico).



