So... I see you received the free ticket I sent you. I'm glad. I did so want you to be here. You see it doesn't matter if you catch me and send me back to the asylum... Gordon's been driven mad. I've proved my point. I've demonstrated there's no difference between me and everyone else! All it takes is one bad day to reduce the sanest man alive to lunacy. That's how far the world is from where I am. Just one bad day. You had a bad day once, am I right? I know I am. I can tell. You had a bad day and everything changed. Why else would you dress up as a flying rat? You had a bad day, and it drove you as crazy as everybody else... Only you won't admit it! You have to keep pretending that life makes sense, that there's some point to all this struggling! God you make me want to puke. I mean, what is it with you? What made you what you are? Girlfriend killed by the mob, maybe? Brother carved up by some mugger? Something like that, I bet. Something like that... Something like that happened to me, you know. I... I'm not exactly sure what it was. Sometimes I remember it one way, sometimes another... If I'm going to have a past, I prefer it to be multiple choice! Ha ha ha! But my point is... My point is, I went crazy. When I saw what a black, awful joke the world was, I went crazy as a coot! I admit it! Why can't you? I mean, you're not unintelligent! You must see the reality of the situation. Do you know how many times we've come close to world war three over a flock of geese on a computer screen? Do you know what triggered the last world war? An argument over how many telegraph poles Germany owed its war debt creditors! Telegraph poles! Ha ha ha ha HA! It's all a joke! Everything anybody ever valued or struggled for... it's all a monstrous, demented gag! So why can't you see the funny side? Why aren't you laughing?
Y lo peor que me paso hoy fue solo haber perdido el sueño.
¿Acaso no es suficiente la lucha interna que hay que ganar, TODOS LOS MALDITOS DÍAS, solo para poder salir de la cama? Uno logra vencer a sus demonios internos, a las ganas de quedarse en la cama, los terribles deseos de fingir que el mundo ha dejado de existir, esa imperativa necesidad de gritar hasta que los pulmones duelan.
¿Y todo para qué? Allá afuera todo es básicamente lo mismo. Errores, miedos, traumas, odio. Un buen día te levantas y hasta tu mejor amigo se ha convertido en tu enemigo. Si no es tu propia rabia es la de él, pero siempre, PUTAS SIEMPRE, son necesarios los golpes. Los golpes son necesarios.
Vivir con sueño es quizá una de las cosas más aterradoras que le pueden pasar a alguien. Con la suficiente falta de sueño y una mente lo suficientemente podrida, uno puede re entender por completo el significado de "yo soy mi propio peor enemigo". La mente empieza a perder la capacidad de distinguir cuanto de lo que percibe esta fuera y cuanto esta, en realidad, dentro de si misma. La falta de energía te ata al suelo y la prisión de sinapsis nerviosas te tortura. Solo hace falta un pequeño momento de tranquilidad para subir a ver cuanta basura habías estado guardando en el ático, cuantos monstruos se escoden en tu armario.
Finalmente, la jornada había acabado, sobreviviste. Y hasta este punto no sientes nada en especial, no es la primera vez que lo experimentas, no es la primera vez que sufres de un insomnio casi irreal, de película, y te rindes, te entregas al descanso que tu cuerpo lleva suplicando por horas. Encuentras paz. Encuentras tranquilidad. Te unes con el olvido y pierdes toda conciencia acerca de...
¡Pero eres interrumpido! De manera brusca eras traído de vuelta a esta realidad, las señales que tus sentidos perciben llegan confusas a tu cerebro. El cerebro duele, se queja, se retrae y contrae constantemente haciéndote ver lo molesto, pero sobre todo confundido (sobre-estimulado) que está.
¿Qué paso? ¿Por qué? Ella sabe que tengo problemas para dormir. No quiero volver a vivir este día mañana, no quiero. ¡Tengo miedo, mierda!
Ahora estas en la calle, ibas con alguien pero ya estas solo. Sabes a donde ir, sabes cómo llegar, así que simplemente empiezas a caminar. Tu cuerpo, habiendo estado tan preparado para apagarse, tarda en reiniciar todas sus funciones, empiezas a sentir el frió, empiezas a recordar y finalmente empieza a invadirte la ira. Una tremenda cólera incontenible invade cada diminuta célula en tu piel, en tu estomago, en tus músculos. De alguna manera milagrosa logras encausarla. Camina rápido, cabeza baja, paso firme.
Por más que te esfuerzas, no logras contenerlo, solo encausarlo. Hay bajas. Abres los ojos de nuevo en tu habitación con trastes rotos, vidrios de botella y latas de refresco y desodorante esparcidos por el suelo.
Fue solo un mal día.
"Fue solo un mal día" te repites a ti mismo. "Todos los tenemos", "Hay que aprender a sobrevivirlos".
Fue solo un mal día.



